EL ARTE COMO POSIBILIDAD Memoria y Balance de una metamorfosis

El 2020 fue un año difícil, cargado de incertidumbres. No es novedad.

Como trabajadores del Teatro Independiente, nos tocó reinventarnos totalmente para poder desempeñar nuestra profesión. Las formas en que ejercíamos nuestra tarea no pudieron coexistir con la situación que se vivió y todavía se vive. Pero, aun así, encontramos caminos para seguir adelante.

Ni dar clases de forma presencial. Ni hacer funciones teatrales en nuestro espacio, ni viajar para presentarnos en otros lugares. Ni ensayar nuevos espectáculos, ni recibir elencos de afuera. Ni ofrecer seminarios especiales, ni asistir a festivales o tomar cursos.

El Teatro, donde la presencia del cuerpo es esencial, no fue posible. Todo tuvo que repensarse y transformarse para poder seguir…

En el camino, fuimos encontrando ideas, propuestas, alternativas y personas que hicieron posible que este año, Del Borde Teatro pusiera en escena (vía streaming) 10 series web, en las que participaron más de 100 actores. Crear historias, actuarlas, ser espectadores… ser parte de un acto creativo en un contexto de encierro, nos permitió estar fuertemente vinculados a través del arte.

Además de las series, construimos y publicamos 7 monólogos y 6 producciones de nuestros Talleres. Reflexionamos y nos informamos sobre la realidad teatral mundial con la realización de 3 Encuentros Virtuales, con participantes argentinos y extranjeros; y encontramos la forma para la realización del 18º Encuentro Internacional de Teatro Del Borde.

Antes de la pandemia, pudimos hacer un taller presencial (Clown, con Marina Barbera), una función en Pardo (“3 obras inconclú”, de Martín Guerra) y una en el Espacio Teatral Del Borde (“Petrificada”, de Araceli Márquez, como parte del Circuito Teatral del Consejo Provincial de Teatro Independiente).

Aprendimos muchísimas cosas nuevas. Dimos clases por Zoom, asistimos a festivales, también por streaming, fuimos reconocidos con becas y un par de apoyos estatales, ampliamos nuestro espacio para poder dar clases al aire libre, compramos un termómetro y mucho alcohol en gel, hicimos cursos, participamos de redes, encuentros y asambleas… todo online. Viajamos poco. Suspendimos mucho. Y nos sorprendimos todavía más.

Cuando llegó la hora de los auspicios para el Encuentro de Teatro, nos emocionamos por el enorme apoyo, incondicional, pese al momento.

Perdimos y ganamos. Acertamos y nos equivocamos. Nos desarmamos y tomamos nuevas formas. Creamos muchísimo.

Agradecimos. Y seguimos agradeciendo.

Acá estamos.

Brindamos por el arte y su enorme potencial…

…Y por la gente que lo hace posible.

 

Del Borde Teatro

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