La dispersión complica el acuerdo de precios para las frutas y las verduras

¿Cómo hará el gobierno para llegar a un acuerdo de precios con los productores de frutas y verduras? Los valores de esos productos fundamentales para la dieta de los argentinos fueron particularmente alcistas en diciembre y enero y la tendencia sigue adelante.

En plena curva ascendente, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aprovechó el lunes la presentación de otro acuerdo de precios, el de las carnes, para informar que inició gestiones con los productores de los alimentos verdes para arribar a un acuerdo similar.

Pero con el paso de las horas apareció la moderación. Desde el propio ministerio indicaron que el panorama de la producción frutihortícola tiene características diferentes al de la carne y al de otros ámbitos de la patronal alimenticia con los que la administración nacional pudo acordar.

Esas características harían más compleja la posibilidad de arribar a un anuncio similar.

La misma moderación transmitió el viernes el Ministerio de Agricultura, la otra dependencia que está impulsando el proyecto.

La cautela obedece fundamentalmente a la dispersión de productores agrícolas y fruteros a lo largo y ancho del territorio, una característica que tiene su correlato en la representatividad de los productores a través de organizaciones necesarias para llegar a un entendimiento como el que buscan.

Sin embargo, ese aspecto no constituye un obstáculo para la dinámica de remarcación constante de los precios. En 2020 las frutas aumentaron un 64,4% y las verduras un 58%, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. El nivel prácticamente duplicó el índice general.

El gobierno tiene un problema similar con los supermercados chinos, que tienen una preponderancia indiscutible en el consumo minorista pero que, según la visión de las autoridades, carecen de referentes que puedan ser tomados como interlocutores válidos en una mesa de negociación. Ese inconveniente, por ejemplo, dificultó la llegada del programa Precios Cuidados a las góndolas de esos comercios.

El argumento de la atomización en el caso de las frutas y verduras se duplica porque representa un problema tanto en el eslabón de la producción y como en el del comercio.

La dificultad que reconoce el Ejecutivo plantea una incógnita. Después del anticipo del ministro Kulfas las reuniones por este tema se concentraron en encuentros entre esa dependencia y la cartera agraria. En esos encuentros se están definiendo comisiones para abordar el tema desde distintos ángulos.

Pero los detalles de esas reuniones no fueron revelados y según se pudo averiguar hasta el miércoles las agendas no tienen nada en carpeta.

En confianza, una fuente apuntó que “se está viendo cómo abordar el tema porque el panorama no es igual que el de las carnes, este es un mercado mucho más desperdigado desde todos los sectores, con lo cual tiene muchas particularidades. Tampoco se parece al del aceite, donde había que llegar a un acuerdo con Ciara (la cámara empresaria del sector). Pero acá no hay todavía reuniones con productores”.

Sí se reconoció una versión que circuló en medios durante la semana sobre la posibilidad de procurar un listado de precios que sirva como referencia para que el mercado guíe sus precios.

Diálogo

En Coninagro, cámara representativa de las cooperativas agropecuarias y una de las patas de la Mesa de Enlace, desconocieron posibles reuniones para tratar este tema. No obstante, aseguraron que tienen un diálogo constante con el gobierno del Frente de Todos y, en esos encuentros, presentan periódicamente los números de las brechas entre lo que cobran los productores y los comercios por la venta de sus productos.

Por caso, destacaron que los productores de naranjas cobran $ 50 por el kilo que en la calle se paga $ 150. La entidad también destacó su interés en la aplicación de la Ley de Góndolas, que prevé un mayor espacio para las pymes y cooperativas en los supermercados.

En el Mercado Central, que sería una pieza clave para un hipotético programa de precios de frutas y verduras, se limitaron a decir que “con la Secretaría de Comercio Interior (de Desarrollo Productivo) vamos articulando permanentemente líneas de trabajo”. Y destacaron que “entre ellas, la principal política de precios está nucleada en el Compromiso Social de Abastecimiento” en cuyo marco “estamos planificando mayores alcances, que serán progresivos”. «

Los útiles subieron un 50% y el gobierno lanzará una canasta

Distintas consultoras difundieron relevamientos que demuestran que los precios de los útiles escolares escalaron muy por encima de los precios que, en general, lo hicieron un 36,2% en todo 2020.

Según el relevamiento que realiza sobre los mismos 33 productos de librería todos los años, Consumidores Libres, la entidad liderada por Héctor Polino, los incrementos en los últimos doce meses acumularon un 50,76% mientras que la denominada indumentaria escolar (guardapolvos y zapatillas) lo hizo en 51,24%.

La consultora Focus Market, a cargo del economista Damián Di Pace también difundió su relevamiento que, en este caso, fue sobre 23 productos que en 2020 costaban en total $ 2282 y ahora ascienden a $ 3399, un 48% más.

Según el estudio de Polino los precios que más subieron fueron los de los lápices (128%), los compases (125%), las carpetas (88%) y las témperas (85%). Los delantales blancos subieron un 51 por ciento. El relevamiento indica que el precio de una mochila escolar oscila entre los $ 1500 y los 8000.

Fuentes de la secretaría de Comercio Interior liderada por Paula Español adelantaron a Tiempo que están preparando una canasta de útiles que darán a conocer en los próximos días inspirada en el programa “Vuelta al cole” que habían lanzado en 2020 en acuerdo con cadenas de supermercados, y librerías y que incluía diez artículos de librería por un valor de $ 500. «

Deja un comentario