El agua cotiza en bolsa

El índice NASDAQ incluye al agua como un nuevo valor de cambio. Intentan imponerlo al resto del mundo a pesar de basarse sólo en las cuencas de California

Los estadounidenses ya tienen al agua como un commodity.

Como si fuera el oro, el petróleo, el gas, el trigo o la soja, desde esta semana el agua también «cotiza en bolsa» pero no de manera figurada ni como metáfora literaria. De verdad … Cotiza con precio y unidad de medida propia.

¿A alguien se le ocurrió medir cuánta agua hay en el mundo como para saber la fluctuación del precio de un dia a otro?

Definitivamente no.

Eso sería técnicamente imposible. El agua no es algo que se siembre y coseche o que se extraiga de un pozo mensurable. ¿Y entonces? ¿Cómo saber cuánto cuesta? ¿Quién y cómo determinarán el valor de este recurso, que a diferencia del petróleo es renovable?

Bueno, por supuesto lo harán los norteamericanos que para eso inventaron Wall Street y sus índices.

En este caso será el NASDAQ el encargado de informar su costo a diario en la medida de «un acre sobre pie » que serían 1223 metros cúbicos para nuestro sistema de medida.

Se basarán en la cantidad de agua que haya en la cuenca de rios de California, un lugar en donde el consumo del líquido elemento aumenta pero su caudal disminuye. A tal punto ya llegó alli el problema que el precio se duplicó en el último año.

Aunque en realidad lo que quieren es imponerlo como referencia para cualquier negocio que involucre consumo de agua en todo el planeta.

Y el mundo parece aceptarlo como medida de valor, siendo que la diferencia entre la riqueza acuífera de un país a otro es abismal.

La excusa para incluir al agua en el mercado de futuros de Wall Street es el temor a su escasez.

La ONU estima que 2.000 millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua. También cree que en los próximos años dos tercios del planeta podrían experimentar escasez del líquido y millones de personas se verían con la necesidad de desplazarse.

Estas dos estadísticas explican por sí solas porqué el agua ahora comenzó a ser un commodity.

La aceptación generalizada de lo hecho hace un par de días en Nueva York, viene a confirmar un temor arraigado en los pueblos originarios de latinoamerica, que siempre se representó con la frase «vienen por el agua». Esa frase era sistemáticamente refutada por representantes de los mercados, cuando se ponía como ejemplo para apropiarse de las tierras, quizás más por su valor subterráneo de lo océanos de agua dulce llamados acuíferos, que por la tierra en sí misma.

Sin embargo esta noticia, que no todos los medios incluyeron con la importancia que tiene en sus portadas, corrobora ese temor ancestral a que cuando el vital elemento escasee en las latitudes de los países centrales, por el motivo que fuera, harán como históricamente hicieron con todos los productos escasos: lo tomarán o manejarán su valor para comprarlo a países o regiones más pobres.

Lo clave de la información de este nuevo invento de los mercados es este dato que se citaba más arriba:

«Aunque el índice se basa en precios de las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez del agua ha aumentado, este valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua».

El índice se llama » Nasdaq Veles California Water Index» , con el «ticker» o acrónimo simplificador NQH2O, y se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California que hasta ayer cotizaba a 486,53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos.

El sitio France24, con menos intereses que otros medios y agencias de noticias de origen estadounidense, lo explica más claro y objetivamente :»El mercado de futuros en las bolsas consiste en pactar la compra de un bien en determinada cantidad y fecha y a cierto precio, lo que puede servir para dos cosas: para asegurar su valor y no exponerse a la volatilidad del día a día o para especular.

Estos contratos no requieren entrega física de agua, son puramente financieros y se basan en el precio semanal promediado entre las cinco principales cuencas de California hasta 2022. Quienes tengan los contratos en sus manos, por lo general agentes financieros, pueden venderlos y comprarlos».

El mercado le da la bienvenida al agua, que ya comenzó a fluir como especulación líquida.

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