El alfajor Capitán del Espacio cumple 60 años

1962 comenzaba la historia de una golosina que marcó la identidad del conurbano bonaerense: Arturo y Ángel lanzaban al mercado el alfajor Capitán del Espacio, convertido hoy en un clásico de clásicos y considerado casi un objeto de culto entre sus seguidores.

Según narra la propia empresa en su página web oficial, el surgimiento de la marca tuvo lugar en la localidad de Ezpeleta, donde la fábrica permaneció instalada durante un año, para luego mudarse a un lugar más amplio en la calle Luis María Campos de Bernal Oeste.

 

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“En esta época, el trabajo era mayormente artesanal, donde con empeño, dedicación y muchas horas de trabajo se produjeron los alfajores Capitán del Espacio por 10 años», relatan. Más tarde, el 23 de diciembre de 1972, la fábrica se mudó a su ubicación actual, en la calle Gran Canaria en la localidad de Quilmes.

Para encontrar la fórmula del deleite de estos alfajores (un secreto en la masa que jamás divulgó), Ángel degustó cerca de 20 alfajores diferentes. El nombre es objeto de misterio, aunque algunos lo atribuyen a la época en la que se gestó: en ese entonces, EEUU y Rusia se enfrentaban en una carrera espacial para ver quién sería el primero en llegar a la Luna.

Luego de retirarse uno de los fundadores, Ángel quedó al frente de la empresa. A pesar de que con los años, la tecnología y maquinarias de elaboración fueron evolucionando, su esfuerzo por «respetar el gusto de sus consumidores» hizo que no modificara el sabor y la calidad del producto.

En agosto de 2012, con gran tristeza para familiares amigos y clientes, el hombre falleció. «En el recuerdo de quien lo forjara, hoy se trabaja para continuar su obra y su sueño», resaltan en la web de la marca, que pasó a manos de Nelly de Pascalis, Rubén Aranda y Liliana Elena.

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