Usarán un predio en un parque industrial para la producción de cannabis y aceite. Se había habilitado en 2018 y ahora se decidieron a ponerlo en práctica
La localidad de General Lamadrid, que en 2018 había aprobado en su Concejo Deliberante una ordenanza que la habilitaba a producir cannabis medicinal pero que nunca la había puesto en práctica, avanzará finalmente ahora con la fabricación del aceite en un predio propio, con lo que se convertirá en la primera de la provincia de Buenos Aires en dar ese paso.
La decisión del gobierno de Lamadrid fue confirmada por Martín Randazzo, quien gobierna el municipio desde 2015 y había sido el impulsor originario de la ordenanza, que el Concejo aprobó por unanimidad.
En Lamadrid ya aprestan incluso el predio donde plantarán el cannabis, ubicado en el parque industrial local, de 80 por 40 metros de magnitud y rodeado por una doble alambrada perimetral, además de custodiado por guardia permanente y grandes torres de iluminación, para evitar hurtos.
Randazzo dice desde antes de asumir su cargo que las ventajas de la producción local son muchas: «no sólo los habitantes van a acceder de manera más rápida y barata al producto, sino que se podría constituir un polo productivo en torno a la planta y el aceite que aportaría ingresos importantes al fisco de la ciudad y varios puestos de trabajo».
El impacto de la nueva reglamentación es evidente, porque ahora no solo se podrá usar el aceite de cannabis para una amplia lista de patologías –en la reglamentación anterior solo accedían quienes se incorporaban a protocolos de investigación para epilepsia refractaria- sino que también se impulsa la producción pública.
Puntualmente, la nueva reglamentación promueve “la creación de una red de laboratorios públicos y privados asociados que garanticen el control de los derivados producidos”. La norma establece además que las obras sociales, el Estado y las prepagas “garanticen” el acceso y permite que se comercialice en farmacias.
Uno de los puntos más salientes del decreto que reglamentó nuevamente la ley –la reglamentación anterior, de 2017, era tan restrictiva que directamente impedía el acceso a casi todos- en la autorización de cultivo para uso personal y el red a usuarios, investigadores y pacientes que se inscriban en Registro del Programa Nacional de Cannabis (REPROCANN).
“El REPROCANN registrará, con el fin de emitir la correspondiente autorización, a los y las pacientes que acceden a través del cultivo controlado a la planta de Cannabis y sus derivados, como tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor”, indica el texto publicado en el Boletín Oficial.