Si se conviene definir que la economía es “el sistema que se da una comunidad para definir, generar y administrar recursos a fin de determinar y satisfacer las necesidades legítimas de sus miembros”, la economía social no constituye un sistema sino un subsistema que se desenvuelve en los grandes sistemas, en sus diversas variantes.
MODELOS PLURALES
Para considerar a la economía social como un sistema alternativo al actual sistema-mundo capitalista, se debería caracterizar la propiedad social. Y no sólo en el nivel de las cooperativas de trabajo sino en todo tipo de cooperativas (por ejemplo, de las de provisión y comercialización que tienen personal en relación de dependencia) y de iniciativas de la llamada economía popular. Para ello, son necesarios desarrollos teóricos que indaguen si la propiedad social tiene una identidad válida, yendo más allá del exclusivo punto de vista sociológico.
En nuestra opinión, la economía social no dispone de una concepción totalizadora y no cuenta con instrumentos para tener un control adecuado de las decisiones en cuanto a las formas tecnológicas de producción y, al modificar los precios, lo hace dentro del sistema en el que actúa y en función de las estructuras del mismo.
Es sabido que, mas allá de la aspiración originaria de los pioneros, el objetivo posterior de la economía social fundacional (cooperativas, mutuales y asociaciones) puso el acento en mejorar las condiciones de vida y en la participación democrática de sus miembros pero ya no tiene en su agenda (al menos sus organizaciones más relevantes) la sustitución de los sistemas vigentes, lo que implicaría ir más allá de lo socioeconómico y reflexionar sobre que métodos de acción política para el acceso al poder utilizaría esta «otra economía», lo que no esta hoy en los planes de los emprendedores de la economía social.
Dr todos modo constituye -lo que no es poco- un subsistema diferenciado que coexiste junto al subsistema privado lucrativo y junto al subsistema público.
PADRINAZGOS Y TUTORÍAS
Pese a los reparos antes expuestos, no es nada menor que la economía social esté integrada por empresas-asociaciones que no tienen fines de lucro sino la motivación y el objetivo de satisfacer necesidades legítimas. Más aún sus organizaciones procuran obtener resultados económicos positivos que nutren otros mecanismos de acumulación de capital social ampliado.
Así se dan las condiciones para apoyaturas innovadoras: variados esquemas de “padrinazgos” o de “tutorías” que están en condiciones de financiar, amparar e impulsar las unidades de la nueva economía popular, buscando eslabonamientos económicos e institucionales de mutua conveniencia.
(*) Miembro del Club Político Argentino