El consumo de bebidas azucaradas, que en Argentina constituye un promedio de 85 litros por adulto por año, contribuye con la epidemia de sobrepeso y obesidad, y anualmente provoca más de 800 mil casos de distintas efermedades, como diabetes, enfermedades cardíacas, accidentes cerebro vasculares, asma y cáncer, según una investigación liderada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS).
Por primera vez un estudio cuantificó el impacto que tiene en la salud y en la economía el consumo de bebidas azucaradas como gaseosas, jugos, energizantes y bebidas saborizadas en Argentina que es responsable de más 1,2 millones de casos de sobrepeso y obesidad.
De la presentación participaron Andrés Pichón-Riviere, doctor en Medicina, magister en Ciencias y en Epidemiología Clínica de la Universidad de Harvard, director ejecutivo del IECS – institución académica vinculada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)- y uno de los investigadores principales del estudio y Fernando Zingman, especialista en salud de UNICEF y la licenciada Luciana Castronuovo, directora de Políticas de Alimentación Saludable de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina.
Además, Sebastián Laspiur, asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); y María Graciela Abriata, directora nacional de Abordaje Integral de las Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud.
“El estudio es un llamado de atención para los países y refuerza la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, incluyendo una mayor carga impositiva, el etiquetado nutricional frontal, la modificación del entorno escolar y la prohibición de la publicidad”, afirmó Pichón-Riviere.
Según la investigación, presentada de forma virtual, se le puede atribuir al consumo de ese tipo de bebidas 54.000 casos al año de enfermedades cardíacas, 29.000 accidentes cerebrovasculares, 34.000 problemas osteomusculares, 21.000 lesiones renales, 16.000 casos de asma y 9.000 de cáncer y otras patologías.
“Debido al consumo de bebidas azucaradas, en nuestro país mueren cada año 4.400 personas, de manera que se pierden años de vida saludable por muerte prematura y discapacidad (AVAC), algo que podría ser evitable”, indicó el estudio.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el sistema de salud gasta $ 55.800 millones de pesos cada año para la atención de las enfermedades derivadas del consumo de bebidas azucaradas, lo que representa el 2,8% de lo que Argentina gasta en salud.
De ese total, 53.000 millones se destinan a tratar la diabetes, la enfermedad cardiovascular y renal, los trastornos musculoesqueléticos, el cáncer y otras patologías asociadas al consumo de bebidas azucaradas, y 2.800 millones al sobrepeso y la obesidad en niñez, adolescencia y adultez para ambos sexos.
De acuerdo a la 4ta. Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, 2018, que cita el trabajo, los adultos en Argentina consumen en promedio 85 litros de bebidas azucaradas por año.
En nuestro país, “el 66% de los adultos y el 33 % de los niños y niñas tienen sobrepeso u obesidad”.
“El consumo de bebidas azucaradas constituye una fuente importante de calorías sin aportar otros nutrientes más que el azúcar que contienen”, señaló el análisis.
Dicha ingesta produce en Argentina 514.000 casos de sobrepeso y obesidad en adultos y 774.000 en niñas, niños y adolescentes, etapa de la vida donde se fijan las preferencias alertó el estudio, también realizado en Brasil, El Salvador y Trinidad y Tobago, naciones en las que trabajaron investigadores y decisores sanitarios de universidades, centros de investigación e instituciones públicas.
En los cuatro países se dimensionó la carga de enfermedad atribuible a las bebidas azucaradas y se determinó que el 27% de los casos de obesidad en la infancia son atribuibles a su consumo.
“Quienes son obesos en la niñez tienen un riesgo aumentado de serlo en edad adulta, así como de tener asma, y de sufrir discriminación y acoso escolar y familiar”, concluyó el análisis.