La pobreza en Argentina golpea a 20 millones de personas

La UCA presentó un nuevo informe en el que detalló que la pobreza en el país aumentó en medio de la pandemia y la crisis económica.

El Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio a conocer su informe en torno a la pobreza en el país durante el tercer trimestre del año en medio de los efectos de la pandemia y crisis económica. En ese sentido, el índice aumentó comparado al mismo período del 2019 y ya alcanzó a más de 20 millones de personas. Asimismo, seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes son pobres.

La UCA presentó el “Informe de Avance: Deudas Sociales en la Argentina 2010-2020. Crisis del empleo, pobrezas y desigualdades estructurales en el contexto COVID-19” en el que detalló que el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza al cierre del tercer trimestre del año. De esta manera, según la proyección poblacional, significa que se trata de 20,3 millones de habitantes. Las cifras se encuentran por encima del 32,1% y 40,8% registrado en igual período de 2019. Los números reflejan la profunda crisis económica y los efectos de la pandemia de coronavirus.

Según los datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), entre julio y octubre 34,9% de los hogares y 44,2% de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza, y 7,3% de los hogares y 10,1% de las personas eran indigentes, los porcentajes más altos de la década.

En términos etarios, al cierre del tercer trimestre de 2020, el 64,1% de los niños, niñas y adolescentes viven en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza; al tiempo que el 16% reside en hogares con ingresos que se encuentran por debajo de la frontera de la indigencia.

Según la UCA, en los dos últimos años se registró un deterioro tanto en relación a la carencia monetaria como a las privaciones no monetarias, con un incremento de la pobreza por ingresos como de los niveles de pobreza «multidimensional»: de 37,5% a 41% de la población. Para la entidad, los nuevos pobres provienen principalmente de un grupo de hogares que, si bien en 2019 no eran pobres por ingresos, presentaban condiciones de vulnerabilidad que se manifestaban en privación en al menos una dimensión no monetaria.

Otro aspecto que destacó el trabajo es el «fuerte incremento de la pobreza estructural», por el aumento en las carencias experimentadas en los hogares, con un aumento de la pobreza multidimensional estructural de 21,4% a 27,3% a nivel de la población.

 

Desde la UCA, indicaron que «el nuevo escenario paralizó aún más la inversión, los consumos y la demanda de empleo en la economía formal, a la vez que frenó toda expectativa de reactivación, afectando especialmente a la pequeña y mediana empresa, profundizando la relación entre informalidad económica, pobreza y exclusión social».

«Si bien hubo mejoras durante la década, la desigualdad estructural ha aumentado, con mayores déficit y brechas en materia de inseguridad alimentaria, mala calidad del hábitat y déficit en el acceso a agua, energía, servicios de saneamiento y a una vivienda digna», precisó.

«Las políticas sociales estuvieron presentes en el contexto de crisis Covid-19, no sólo a través de las políticas de transferencias de ingresos, programas de empleo y ayudas alimentarias ya existentes, sino también a través de mecanismos compensatorios implementados en el marco de la pandemia, como ha sido el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), bonos extraordinarios a AUH y Tarjeta Alimentar, así como mediante los refuerzos extra realizados en la entrega de viandas y bolsones de alimentos o el retiro de los mismos de comedores comunitarios», relataron.

Entonces, aseguró que el 47,4% de hogares y alrededor de 55,5% de personas recibió alguna de estas asistencias sociales en 2020, porcentajes que reflejan un crecimiento significativo entre 2019 y 2020.

En tanto, el director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, dijo que «sin la AUH, el IFE, la Tarjeta Alimentar y el resto de los subsidios, la indigencia hubiera sido el doble y la pobreza hubiese trepado al 53%».

A su vez, detalló que las impactantes cifras son «parte de un proceso que lleva diez años de estancamiento, con tres años de caída», entre 2018 y 2020. «Es necesario un crecimiento económico y un pacto económico-social para crear empleo porque sino no hay posibilidad de salir de la pobreza», consideró.

Deja un comentario