Fue la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, la encargada de marcar el anunciado oficial, además del comunicado formal que difundió la Cancillería a cargo de Santiago Cafiero.
“Argentina rechaza el uso de la fuerza armada y llama a Rusia a cesar las acciones militares”, marcó Cerruti y aseguró que es una posición “firme”.
Asimismo, prefirió la cautela y dijo que “respecto al inicio de una Tercera Guerra Mundial, esperemos que no, preferimos usar un lenguaje más cauto. Esperemos que se solucione pronto”.
Cabe señalar que en Ucrania viven 83 argentinos, y la Embajada argentina en ese país está a cargo de monitorear la situación. “Consideramos que en este momento no hay situaciones que pongan en riesgo, estamos encima para que tengan tranquilidad sus familiares”, aseveró.
Para llevar tranquilidad sobre la situación que aqueja hoy a la Argentina sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional, Cerruti expresó que desde el país “bregamos por el cese de los conflictos y la paz, la negociación con el FMI se lleva adelante por los carriles en los que venían llevando”.
El comunicado oficial de Cancillería
La República Argentina, fiel a los principios más esenciales de la convivencia internacional, hace su más firme rechazo al uso de la fuerza armada y lamenta profundamente la escalada de la situación generada en Ucrania. Las soluciones justas y duraderas sólo se alcanzan por medio del diálogo y compromisos mutuos que aseguren la esencial convivencia pacífica. Por ello llama a la Federación de Rusia a cesar las acciones militares en Ucrania.
Reitera la necesidad del pleno apego a todos los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, sin ambigüedades ni dando preeminencia a unos sobre otros, con pleno respeto del derecho internacional, a la soberanía de los estados y su integridad territorial, la solución pacífica de las controversias y el pleno y profundo respeto por los derechos humanos.
Reafirma su compromiso y confianza en que puedan activarse para ello todos los mecanismos de la comunidad internacional, con activa participación de las Naciones Unidas. La intensificación de los vientos de guerra dificulta gravemente el objetivo impostergable de preservar la vida, es imprescindible que todos los involucrados actúen con la mayor prudencia y desescalar ya mismo el conflicto en todas sus aristas para garantizar la paz y la seguridad integral de todas las naciones.