El republicano se proclamó ganador anoche tras obtener tres distritos claves. Estados Unidos enfrenta ahora un futuro cercano muy polarizado, con dos países a los que les cuesta convivir pacíficamente. Con los demócratas convencidos de que el triunfo del republicano conduce al autoritarismo, el magnate prometió avanzar con sus promesas más extremas.
Este martes, millones de estadounidenses fueron a las urnas para elegir su nuevo presidente, quien reemplazará a Joe Biden. De un costado, con sed de revancha y «un espíritu de venganza» -según calificó The New Yorker- está en estas elecciones Donald Trump, quien logró superar la marca de los 270 electores necesarios para llegar a la Casa Blanca. Kamala Harris buscaba ser la primera presidenta de la historia y evitar el arribo del magnate conservador.
El expresidente ya se había atribuido la victoria frente a la vicepresidenta Harris durante un mitin ante sus seguidores en Palm Beach (Florida), tras obtener buenos resultados parciales y ganar el voto popular, según el escrutinio preliminar.
Será la primera vez en más de un siglo que un antiguo presidente vuelve a serlo (ya gobernó entre 2017 y 2021) después de perder unas elecciones (las de 2020) y también la primera ocasión en que un criminal convicto llega a la Presidencia del país.