Este lunes, desde las 10 de la mañana, el “entendimiento” alcanzado el pasado viernes con el Fondo Monetario Internacional tendrá una primera y dura prueba para el gobierno, con la realización de una Audiencia Pública en que se tratará qué porcentaje del precio del gas natural en el llamado “Punto de Ingreso al Sistema de Transporte” (PIST) asumirá el Estado nacional pagando subsidios en el marco del “Plan de Promoción de la Producción del Gas Natural Argentino” que el presidente Alberto Fernández aprobó por decreto el 13 de noviembre de 2020.
Se trata de una cuestión crucial, porque si bien ese precio no define del todo lo que deben pagar los usuarios finales, tanto residenciales como comerciales e industriales, es determinante para el resultado final, pues es dudoso que transportadoras y distribuidoras absorban el aumento del costo del gas y porque, además, el FMI estará observando atentamente si el Gobierno está realmente dispuesto a empezar a disminuir el monto de subsidios, del que los energéticos (gas y electricidad) son la parte del león, al punto casi de explicar por completo el déficit fiscal.
Será una prueba de fuego para Martín Guzmán, que a fines de abril de 2021 debió desistir del intento de echar al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo Richards, que con el respaldo del kirchnerismo duro se opuso con éxito al intento de Economía de aplicar un aumento de dos dígitos en las tarifas de Edenor y Edesur, las dos principales distribuidoras eléctricas del país.
Pese a contar con el apoyo del presidente Alberto Fernández y del entonces jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, Guzmán, que había instruido al secretario de Energía, Darío Martínez, comunicar la decisión a Basualdo, debió desistir. Criticó el sesgo “pro-ricos” del esquema, pero se conformó con un aumento del 9% y debió ver cómo siguió aumentando el monto de subsidios energéticos, que en 2021 rozó los USS 11.000 millones.
En el caso del gas, el escollo de Guzmán es otro Federico, Bernal, interventor del Enargas, también protegido de Cristina Kirchner y coautor, junto a Julio De Vido, de un libro en el que ambos defendieron la política energética de las gestiones kirchneristas entre 2003 y 2015.
La propia Gita Gopinath, número dos del FMI, recordó el domingo en un tuit el compromiso del gobierno argentino de reducir los subsidios de forma gradual. Pero –aunque no lo diga explícitamente- el Fondo apunta a que esa reducción sea sustancial. De continuarse el esquema actual, estimó el especialista energético Daniel Gerold, teniendo en cuenta la inercia y los precios internacionales, los subsidios energéticos insumirían este año la friolera de USD 16.000 millones.