Las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas constituyen uno de los problemas de salud más importantes para la población infantil de 0 a 5 años. Constituyen una de las principales causas de mortalidad infantil reducible.
En época invernal son responsables del 50% de las internaciones y del 70% de las consultas ambulatorias. Los menores de 2 años son los más vulnerables, ya que presentan mayor dificultad en el diagnóstico y tratamiento, así como en la valoración de la gravedad. En los menores de 1 año se produce la mayor mortalidad.
Las infecciones respiratorias se relacionan con la calidad del aire ambiental, particularmente del domiciliario.
La Secretaría de Salud Pública recuerda:
-Promover la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad.
-Continuar amamantando hasta los 2 años o más, complementando con otros alimentos.
-Aunque la madre esté resfriada conviene que continúe amamantando (el resfrío no se transmite a través de la leche materna).
-Controles periódicos de salud.
-Tener las vacunas al día.
-Lavarse las manos cada vez que se toma al bebé, se preparan los alimentos o se le cambian los pañales.
-No permitir que se fume dentro de la casa.
-Mantener una ventana abierta para que circule el aire y salgan los humos de las estufas o cocinas.
-Mantener la casa seca; no hervir eucalipto porque humedece la casa y puede provocar broncoobstrucción.
-Evitar enfriamientos y corrientes de aire.
-Cambiar al bebé cuando esté mojado.
Cuándo concurrir a la consulta:
-Fiebre sostenida que no responde a las medidas habituales.
-Aumento de la dificultad para respirar.
-Hundimiento entre o debajo de las costillas (tiraje).
-Rechazo del alimento.
-Presencia de palidez o cianosis.
-Dificultad para dormir.
-Irritabilidad.