La gente que ha pasado por distintos momentos históricos en relación con la pérdida o desvalorización de sus ahorros, muchas veces opta por tenerlos en dólares y guardarlos debajo del colchón. En momentos como éste, en que el dólar aumenta y es protagonista de las noticias, los adultos mayores se convierten en el blanco perfecto de los estafadores.
Hace unos días, a una mujer de 83 años un delincuente la engañó y se llevó 60.000 dólares y un millón de pesos que tenía ahorrados en su casa. Era un hombre bien vestido, con barbijo, presentable, que le dijo que venía enviado por una sobrina para cambiarle los billetes por otros con una supuesta nueva numeración. En ese encuentro, el ladrón hasta le dio un beso en la frente a la mujer. “Ella está destruida, no para de llorar. Tiene miedo de todo ahora”, dijo la sobrina a los medios.
Esos estafadores suelen decir que los dólares con la “cara chica” van a caducar y hay que cambiarlos por los nuevos antes que eso pase. Es mentira, son aceptados en todo el mundo. No caducan.
Al momento de realizar las comunicaciones con las potenciales víctimas, lo hacen siempre desde números privados o con características desconocidas. Van a hacerse pasar por algún familiar cercano, o bien por un empleado de entidad pública o bancaria. Por eso es importante preguntar quién habla y nunca dar nombres ni datos personales.
Los estafadores se pueden hacer pasar por un hijo o un nieto y distorsionar la voz para confundir a la víctima, se aconseja nunca dar nombres de la familia. Los estafadores intentarán todo el tiempo tener el control de la comunicación y recabar información, para luego pasar a contar el motivo del llamado. Son falsos argumentos para que la víctima tome todos los ahorros que tiene en su casa.
Nunca hay que dar nombres personales ni datos de tarjetas de débito y crédito, si poseen ahorros en su domicilio, cuentas bancarias o cajas de seguridad. Ante este tipo de llamadas, cortar la comunicación y llamar al 911 o a un familiar de confianza cercano, o bien dirigirse a la Comisaría Vecinal más cercana a su domicilio
También los adultos mayores deben saber que no tienen que contar que guardan sus ahorros en la casa. Los adultos mayores tienen que saber que los dólares no caducan, que ningún empleado bancario irá a su casa y no hacer nada sin hablar con su familia o personas de confianza. Son válidos hasta los que tienen la cara chica y son caraduras los que utilizan ese método con los ancianos. Es importante remarcarlo, sobre todo cuando el dólar está otra vez en el centro de la escena.