Campaña evangelística “Vuelve a casa”
Durante los días 10, 11 y 12 de noviembre, en el predio lindero al
Monumento al Gaucho, en Av. Sarmiento y Pasteur, desde las 19 Hs.
Para conocer más en detalle de qué se trata este evento programado y organizado por AIEM
(Asociación Iglesia Evangélica Misionera), sede de la Iglesia ubicada en Pte. Perón 911
–esq. Bernardo de Irigoyen-, de nuestra ciudad, mantuvimos una entrevista con los
pastores Marcelo Felice y Valeria Contreras.
Periodista: ¿Qué es una campaña evangelística?
Pr. Marcelo Felice: Una campaña es como hacía Jesús: juntar mucha gente para contar
relatos o vivencias de la vida cotidiana para reflexionar sobre la necesidad de conocer más
de Dios. En la antigüedad, predicar el evangelio, era salir por las calles. Y hoy salir, y una
de las maneras que conocemos, es hacer un evento de tres días para enseñar y compartir
a la gente lo que cada fin de semana hacemos dentro de nuestra iglesia.
-¿Qué es predicar el evangelio?
Pr. M.F.: Cuando Jesús dijo “vayan y prediquen el evangelio” significa que vayan y cuenten
lo que realmente la gente necesita internamente. Porque externamente podemos decir
que está todo bien, que la economía está bien, que está bien la salud, pero internamente
hay algo que necesita ser lleno y esas son las buenas noticias: que Cristo sana y salva, y
que Cristo está haciendo una obra hoy día, en cada uno de nosotros. El evangelio es eso:
llevar buenas noticias a la gente, en un tiempo tan difícil para algunos, y por ahí para otros
no tanto, pero es eso: buenas noticias de salvación, buenas noticias de que Cristo está,
existe.
-En la Argentina de hoy se viven tiempos muy complejos… Hay una inflación altísima,
hay desocupación, la plata que ganamos no nos alcanza para vivir en lo cotidiano,
tenemos ansiedad, estrés, estamos angustiados y preocupados, a veces no sabemos
para dónde ir, bueno… ¿Qué hace Jesús?
Eso es una buena noticia. Porque realmente cuando lo de afuera te oprime, cuando la
situación que vivimos cotidianamente no da para más, es ahí donde aparece esa palabrita
que dice que perdiste la esperanza. Entonces, vas al hospital y ves que hay un alto índice
de suicidios y de intentos de suicidio; ves un alto índice de depresión… Entonces ¿qué son
las buenas noticias? ¿Para qué sirve una campaña? Para algunos son crisis, para otros,
tiempo de oportunidades, es un tiempo con dos caras de una misma moneda… Pero para
aquéllos que sienten que es una crisis, para aquéllos que no tienen esperanza, están al
borde de la depresión, al borde de pensar de quitarse la vida porque no encuentran la
salida, ahí están las buenas noticias. Y no son buenas noticias porque están escritas en un
papelito o te quieren vender algo. Son buenas noticias que realmente funcionan.
Cuando uno se acerca a Jesús bajo esta circunstancia o bajo esta presión u opresión, ahí
ves realmente el poder que Dios tiene para obrar, para cambiar una vida, para sacar esa
opresión y transformar todo eso en una vida realmente diferente; para evitar que quieras
quitarte la vida y darte ganas de vivir; para que el Hospital no esté tan lleno de gente que
se quiera morir y con más gente en la Iglesia que quiera vivir y conocer de Dios. Porque el
conocer de Dios te da esperanza, una esperanza que da la fuerza para seguir adelante en
este tiempo tan difícil, y me hace ver que no todo está perdido, que se puede en Cristo
superar toda esta situación.
-Vos me decís que si yo estoy con Cristo ¿la plata “me va a alcanzar”… no voy a sentir
tanto la inflación; la economía mejorará, voy a conseguir un trabajo; voy a tener salud?
¿Puedo tener como ustedes llaman “un milagro de sanidad”? ¿Todo eso…?
-Yo te digo lo siguiente: Jesús dijo que íbamos a tener problemas en el mundo pero que no
tengamos temor o que no nos preocupemos porque Él ya venció esos problemas.
Entonces, vos fíjate qué si hubo Uno que ya venció todos esos líos, ese Uno me da la
fuerzas a mí para seguir adelante; ese Uno me da la fuerza para ver la realidad con otra
cara. Ahora bien, vos decís ¿esto es un arte de magia? No. Nosotros no vendemos
milagros ni tampoco vendemos humo. Nosotros decimos la verdad: el que hace la obra es
Cristo. A mí me funcionó; a mi esposa le funcionó; a miles de familias le funciona aceptar a
Cristo en su corazón. La diferencia entre una religión y lo que uno ha creído es justamente
eso, es que cuando te acercas a Jesús, te acercas a la Iglesia, te acercas a esta campaña, y
escuchas: “vení, mira, proba y veras que esto puede cambiar tu vida”. Mi pregunta es
esta: ¿Qué tenes para perder? Si ya está todo perdido y estás en el límite… ¿Qué tenes
para perder? Nada. Tenes todo para ganar. Porque lo que el Señor nos enseña es que en
Él todas las cosas son hechas nuevas. Porque aunque estemos en situaciones muy difíciles
siempre con Dios en nuestro corazón, juntamente con esa prueba está la salida;
juntamente con ese momento difícil aparece la solución.
P.: Yo lo sé. Pero más allá de mi propia experiencia, ¿cómo le muestro al otro? Yo creo
que se tiene que ver… ¿no es cierto? y si nosotros, los que decimos que creemos en
Jesús, no lo mostramos, porque creo que la gente ve más nuestros hechos que lo que
oye nuestras palabras, y acá en Las Flores nos conocemos todos y debe haber mucha
desilusión… y ustedes tienen un slogan que es “vuelve a casa” ¿A quiénes está apuntado
eso?
-Son dos cosas hermosas. Número 1: ¿Por qué volver a casa? Pero antes de eso, está el
otro punto que es cómo yo demuestro que esto funciona. Muy sencillo: venís y lo podes
comprobar por tus propios medios. “El que viene a mí, dice el Señor en su Palabra, yo no
lo echo fuera; el que viene a mí, yo le muestro que realmente hay solución”. O sea, vos
venís y probas y Dios te sorprende. Eso funciona.
-Funciona cuando le permitimos a Dios hacer los cambios que realmente necesitamos…
¿verdad?
-Fijate, si tenes una gran necesidad… por ejemplo una enfermedad. Te dan dos días de
vida. Seamos extremistas. Entonces el doctor te dice: “Te quedan dos días de vida. Saluda
a toda tu familia porque en dos días te morís. Se acabó tu tiempo”. Yo he visto casos así.
Entonces, alguien viene y te dice: “Yo tengo una solución a tu problema: acepta a Cristo en
tu corazón, y pasan dos cosas: la primera, que Dios salva tu alma y también puede sanarte.
¿Qué tenes para perder? Nada. Esa persona, realmente, deseará con todo su corazón, ser
sanada. Venís, probás, recibís sanidad y después lo gritarás a los cuatro vientos. (Es cierto
que) No todos recibirán sanidad. Pero, la importancia de aceptar a Cristo, es para tener
una vida nueva (en lo espiritual).
Y lo segundo, ¿por qué volver a casa? Es porque hay mucha gente que ha escuchado de
Dios y se ha enojado con la gente. Se ha enojado con el que predicaba, se ha enojado con
“algún hermano”, se ha enojado con el lugar; quizás le han pedido algo que no debían;
entonces yo creo que la ciudad de Las Flores es una ciudad hermosa, donde muchos han
recibido a Cristo en su corazón, pero muchos se han ido por los errores humanos que
hemos cometido. Como los he cometido yo y lo han cometido otros. Ahí está el punto. Por
eso Dios nos está llamando hoy a volver a sus brazos. Volver a casa es literalmente eso, es
volver a los brazos de Jesús; es darte esa oportunidad que Jesús tiene que tener en tu
vida.
Quiero decirte algo: Dios no cambio. Los errores que una persona cometió, Dios no los
comete. Dios no miente, El no comete errores. Y si Dios te trajo un día, es porque quería
hacer algo con tu vida. Los errores que otros cometieron, que te hicieron alejar, es tiempo
de decir: “le doy la oportunidad a Dios, y no miro al hombre”. Dice La Palabra (La Biblia):
“Puestos los ojos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe”. Cuando yo pongo la mirada
en él, ahí cambia todo. Entonces por eso te digo: “Vuelve a casa” es fundamental; es un
tiempo especial donde necesitamos que aquél que alguna vez escuchó de Dios vuelva a los
brazos de Jesús; y aquél que nunca escuchó que hoy ponga su oído y su atención en que
hay alguien que le está hablando de unas buenas noticias. Buenas noticias en un tiempo
difícil. Y si lo tenes todo, pero no sentís paz, y no sentís tranquilidad, y hay algo que por
dentro te está inquietando, aún con la billetera llena, este es el momento para darle ese
lugar a Dios. Porque nosotros somos creación de Él. Entonces, necesitamos conocerlo.
Cuando lo conocemos a Él lo tenemos todo. Entonces “Vuelve a casa” es lo mejor que nos
puede pasar hoy en día. Volver a los brazos de Jesús.-
Entrevista realizada por Lidia E. Carosela Bell.