Griselda Altamirano confirmó que seguirá con la huelga de hambre que lleva adelante hace 24 días en la puerta de los Tribunales de Azul, pregonando por la inocencia de su hermano que fue denunciado por una menor de edad por abuso sexual.
Demacrada y con una importante pérdida de peso, la mujer no aceptó el convite que recibió de varios dirigentes de nivel nacional, que le solicitaron que abandone la huelga de hambre.
En medio de una marcha convocada por el Movimiento Primero de Octubre, Altamirano tomó el micrófono e hizo fuertes declaraciones, tal cual es su costumbre en este tipo de actos.
Cuestionó a las «feministas» y no se guardó palabras para proclamar la defensa de su hermano. Ratificó que seguirá con la huelga, haciendo hincapié en que «no me dejo morir, esto es un asesinato público», responsabilizando a jueces y fiscales, en caso de sucederle algo.
También habló sobre los dos juicios que tiene pendiente con la Justicia, adelantando que «si me mandan a la cárcel organizaré motines por las condiciones carcelarias».