A eso debe sumarse el desgaste físico y psíquico de trabajadores y trabajadoras cuyo conocimiento no puede reemplazarse como si puede hacerse con un respirador.
A su vez, los gremios explicaron que el promedio de edad de los internados bajó a 53 años: «El incremento de casos en menores de 20 años es inocultable. Superamos con creces el pico de contagios de la primera ola: 29.477 en abril de este año contra los 18.326 de octubre de 2020. Con tasas de incidencia menores a la mitad de las que hoy observa Argentina, países como Alemania, Uruguay y Chile, redujeron al mínimo la circulación y suspendieron la presencialidad escolar»
«Necesitamos de manera urgente que el Gobierno Nacional -y todas las jurisdicciones provinciales y municipales sin excepción- apliquen decididamente las máximas restricciones de circulación para dar tiempo a la campaña de vacunación contra el coronavirus. Debe aplicarse una estricta suspensión de actividades con aislamiento preventivo y obligatorio en las zonas con mayor riesgo epidemiológico. Pero para que esta suspensión sea efectiva, el Gobierno nacional y todos los gobiernos provinciales deben garantizar la ayuda estatal para quienes no puedan ejercer su trabajo por este período. Es preciso que los alimentos lleguen a los sectores sociales más afectados y que se destinen fondos presupuestarios para ello, desde todas las jurisdicciones, porque tampoco se puede enfrentar la pandemia con hambre» detallaron.