Siendo quien esto escribe Pte.del INAES (2004), en el Ministerio de Desarrollo Social, se estaban dando los primeros pasos para lanzar un plan de ingreso social mas trabajo cooperativo, que luego se conoció como «Argentina Trabaja», conjuntamente con el Ministerio de Infraestructura y Planificación, cuyo titular era el Arq. Julio de Vido.
COOPERATIVAS FORZOSAS
Debatimos fuerte con la entonces Ministra-hermana de Desarrollo Social, Alicia. K. (que poco o nada entendía), y con su Vice ministro, sobre lo inconveniente de constituir enorme cantidad de cooperativas de trabajo «desde arriba», desde el Estado: un pseudo cooperativismo forzoso, sin la suficiente capacitación, asistencia y tutoría; sin la necesaria autonomía de decisiones y de funcionamiento.
Proponíamos, en cambio, que se realizaran algunas pruebas piloto como un efecto demostración y que, en algunos casos, se tomaran a las cooperativas de obras y servicios públicos preexistentes, sugiriendo que los trabajadores fueran contratados por éstas para realizar las obras previstas, subsidiado el Estado parte de su retribución.
La Ministro Alicia K me delegó a discutirlo con Julio De Vido, que me atendió con José Lopez, su mano derecha en el tema.
¿PANTALLA PARA LA RECAUDACIÓN?
Argumenté una y otra vez mi postura cooperativista y de transparencia en vano. De Vido fue contundente (hoy resulta mucho mas claro a la luz de la evidente corrupción): «No me importa el cooperativismo y que se caigan luego la mayoría de las cooperativas de trabajo que armemos». «Yo necesito matrículas -enfatizó De Vido-, que salgan rápido, para transferir subsidios y hacer las viviendas y otras obras que necesitamos». Y, sin el mas mínimo pudor, continuó: «decime que querés a cambio de sacarme en 10 días la personería». Lo miré desconcertado (lejos de imaginarme entonces la posterior corrupción). Como no atiné a decir nada, el arquitecto sonrió y me propuso una especie de «trueque»: el me garantizaba estar al lado del presidente Kirchner en los actos de inauguración de las obras cooperativas, poniendo a mi disposición a Jose López (el luego arrepentido bolsero del convento), para que me hiciera las tareas de ceremonial en esas ocasiones.
Obviamente, al poco tiempo debí renunciar por ésta y por otras situaciones irregulares y delictivas emparentadas, realizando antes las pertinentes denuncias ante la O.A y la Justicia, quienes nada investigaron.
LA FURIA DEL CORRUPTO
Ahora, el otrora poderoso ministro -paciente criador de canarios- fue abandonado por su jefa y por el núcleo duro que la rodea. Esta furioso con ella y con el hijo de «Pajarito», el joven abogado Gravois.
Escribe o quizás canaliza su bronca dictando: a diferencia del coronel (del texto de García Márquez), él tiene a su cónyuge, Alessandra Minnichelli, que le escribe. Hace un tiempo, su esposa (que también contribuía a «la causa» recaudadora, a través de Fonres, con la pantalla de la RSE) envió un mensaje amenazante: «Julio tiene mucho para contar».
(*) Miembro del Club Político Argentino
Foto: Ex ministro Julio De Vido y ex Secretario de Obras publicas José Lopez