Aunque admiten que se podrían dar sin mayores riesgos, ponen el foco en la situación edilicia de las escuelas. «Si tanto preocupa el inicio de clases, tiene que ser en tiempo y en forma», responden.
A tres semanas de la vuelta a las clases presenciales, las dudas y las resistencias de parte del mundo de la educación, crecen. Si bien la decisión fue tomada por el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, hay algunos interrogantes que se evidencian cada vez más: ¿Están preparadas las escuelas para que los y las alumnas puedan transitar las clases con seguridad? ¿Qué observan y reclaman algunos gremios docentes?
La especialista en educación, Laura Lewin, aclaró en principio que gran parte de la comunidad científica asevera que si se respetan el uso de barbijo, el distanciamiento y el constante lavado de manos, el riesgo de que las escuelas se conviertan en un lugar de contagio, es mínimo. Sin embargo, dejó en el tintero algunas reflexiones elementales.
“Si nosotros nos guiamos por la información científica, hoy por hoy se podría volver a las aulas. A mí lo que me preocupa es si las escuelas están en condiciones o no. Cuánto hace que tenemos escuelas que no tienen ni jabón”, se preguntó Lewin, para dar un ejemplo.
La formadora docente agregó que las escuelas necesitarán de mayor personal auxiliar para desinfectar constantemente las aulas, en un promedio de tres veces por turno. “Claramente hay que crear esfuerzos extraordinarios en un momento extraordinario”, graficó.
Por eso, consideró que lo más adecuado sería evaluar escuela por escuela, para determinar si están las condiciones o no para llevar a cabo un lugar propicio para las clases, infraestructura adecuada y elementos de higiene.
“A mí me gustaría que la responsabilidad pase incluso por los municipios”, explicó Lewin, en diferencia con la disposición del gobierno nacional, que dejará que cada provincia decida si se comienzan con las clases presenciales o no.
Después, fue tajante respecto a los vaivenes y la constante incertidumbre que genera el tema: “No podés ahora a cuatro semanas, dudar de si empezás o no. Tenés al presidente que dice que vamos a empezar, a los gremios que no y en el medio tenés a un ministro que afirma que cada gobernador va a decidir si se comienzan con las clases no”.
Por su parte, el titular de UDOCBA, Miguel Ángel Díaz, opinó en similar línea y se preocupó de que el gobierno nacional esté anunciando el regreso a las aulas, más por una respuesta a los reclamos de la oposición que por una convicción real sobre la situación de la educación.
“Lo que nos propusimos es decir la verdad, aunque duele y moleste a quien le moleste. Todo esto surge por un capricho del gobernador de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, con la obsesión de empezar las clases en febrero”, manifestó Díaz en una comunicación con Feudale Café.
Por eso, el titular de uno de los gremios más importantes de la provincia, apuntó: “Si tanto preocupa el inicio de clases, tiene que ser en tiempo y en forma. No tiene que ser una payasada para los medios como se hizo en capital federal”.
Para Miguel Díaz, la mayoría de los docentes quieren que vuelvan las clases presenciales, pero opinó que “esta situación es frustrante”.