El 30 de octubre de 1983 fue el punto de partida del retorno a la democracia con las elecciones que dejaron atrás la dictadura militar. Por ello se constituyó en una fecha de enorme significación histórica.
A pesar de ello, parece olvidada y desconocida para la generación que hoy integra más de la mitad del padrón electoral.
Ese acto comicial cerraba una etapa negra y única en la historia patria signada por violencia, torturas, asesinatos y desapariciones.
A partir del pronunciamiento electoral se definió quienes pretendían el olvido sin sanción a los militares que condujeron el período más sangriento de nuestra historia. Por otro lado quienes pedían juicio y castigo, con el líder radical Raúl Alfonsín a la cabeza, para los responsables de los crímenes cometidos.
Esas posiciones antagónicas marcaron el debate previo a la elección. Por un lado el justicialismo sin fisuras, con su candidato presidencial reconociendo y aceptando la autoamnistía que se habían dado los militares para borrar las atrocidades cometidas, en una sociedad peronista-militar.
Por el otro la UCR levantando su bandera de juicio y castigo a los culpables.
La jornada de aquel día de octubre fue un estallido popular que se abría a la reconstrucción de la república con democracia plena.
El ex Intendente Antonio Ubaldo Lizrraga, habló en AM 1210 y recordó aquel tiempo: