Las posibles salidas productivas de la pandemia han despertando debates sobre la cultura rentística y sobre cómo revitalizar una genuina cultura de la producción y del trabajo. Quizás ello se vincule a que, durante muchos años, las políticas públicas no habían necesitado discernir qué proporción contenían de promoción y cuanto de despilfarro. Se trataba de una utilización extensiva de los recursos, originada en la holgura fiscal que entró en el cono de sombra en los años ochenta. Dice Mario Elgue, aquí su columna Completa en AM 1210: